jueves, 11 de febrero de 2010

El maravilloso y enigmático mundo de las web 2.0

Hoy he asistido a la I Jornada de Comunicación Corporativa 2.0, en la Universidad Carlos III de Madrid. Es interesante ver cómo se vive este fenómeno de la web 2.0 y las redes sociales entre los profesionales de la comunicación. Están anonadados. No saben cuál será el alcance de estas redes.

En todos mis años de carrera, he visto veces y veces temario sobre las redes sociales, de las cuales los profesores hablaban maravillados y sorprendidos, intentando analizar un fenómeno que para nosotros, los jóvenes, no es más que el día a día. Que si cómo se van a integrar las web 2.0 en la profesión, que si aún no se sabe su alcance, que si cuáles son los riesgos, etc. Un largo etcétera de ‘peros’ y ‘cómos’. Hoy la cosa ha sido diferente, y se ha puesto el acento en las agencias de comunicación y en los departamentos de comunicación de las grandes empresas y de las PYMEs.

De verdad, chicos, no es tan complicado. Hoy, uno de los ponentes, Adolfo Corujo, ha destacado que las nuevas generaciones de profesionales van a ser claves en la consolidación del uso de la web 2.0, ya que son generaciones que ya han experimentado con ellas. En este aspecto estoy totalmente de acuerdo. No se va a tratar de una adaptación a marchas forzadas, como ocurrió con el nacimiento de este tipo de webs, sino de una extensión de la propia experiencia. Los jóvenes estamos metidos en las redes sociales, conocemos sus usos, sus posibilidades, su influencia y su repercusión. De este modo, se supone que seremos capaces de ver el campo abierto en toda su extensión, lo que nos permitirá incluir la utilización de este tipo de webs en nuestro ámbito profesional de manera natural.

Las empresas están aún comenzando a explotar todas las posibilidades que ofrece la red, y, en concreto, las redes sociales. Están tanteando el terreno sobre cómo pueden introducirse en ese mundo, y cómo esa inmersión puede ayudarles a generar beneficios o, simplemente, a explotar un nicho de mercado. Han sido muchas las empresas que, recientemente, han bombardeado redes sociales como Tuenti o Facebook con sus anuncios. En el caso de Tuenti, es una manera de llegar a los jóvenes, y en mi opinión lo están consiguiendo. Tal vez no con toda la participación deseada, pero es cuestión de tiempo que estos hábitos comiencen a calar entre la juventud y empiece a hacer uso de ellos, a interactuar con lo que las campañas de publicidad de las empresas les proponen. Se trata, simplemente, de crear un nuevo hábito de consumo.

A pesar de haberse destapado la caja de Pandora con esta revelación, las webs 2.0 también están teniendo sus inconvenientes para las empresas y, muy especialmente, para el mundo de la comunicación. Hay demasiada información vertida en la red, y a veces es difícil distinguir cuál es veraz y cuál no. Por ello, hay que tener más que nunca claros algunos de los principios del periodismo: veracidad, claridad y prudencia. Hay que saber seleccionar.

En definitiva, nos hallamos ante la apertura de mundo nuevo para empresas y agencias de comunicación, dentro de una realidad cambiante, ya que así es el mundo de Internet, pero a la vez llena de claroscuros y de dudas a la hora de redirigir la manera de ejercer la comunicación. Es cierto que aún queda un largo camino por andar hasta que consigamos saber cómo explotar todas las posibilidades que nos ofrece la Red y, en concreto, la web 2.0, pero para ello contamos con nuevas generaciones de profesionales que están a punto de salir al mercado laboral y que cuentan con una experiencia dentro del mundo de las nuevas webs amplia y natural.